Hace mucho tiempo que no escribo lo que pienso para expresarlo a los demás. Hace tiempo que sufro en silencio y no dejo que la gente que me rodea se dé cuenta de que estoy mal. Pero da igual el tiempo que pase si no lo has desperdiciado. Puedes ganar todo el dinero del mundo; tener todos los coches históricos o tener dos yates, ocho aviones,... puedes tenerlo todo, pero nunca tendrás el tiempo. Cuando llegue a mayor, la primera pregunta que me haga espero responderla con un "NO". No he perdido el tiempo. Al fin y al cabo, es lo único que podemos perder sin poder evitarlo. El tiempo pasa; lo ves pasar, y no lo puedes parar.
Las voces del tiempo que casi consiguen camuflarse en el silencio. El "tic, tac, tic, tac,..." que lleva sonando desde que se inventó un medidor para el tiempo, pero no deja de ser una medida; el tiempo es un hecho. El tiempo no es un reloj. Estamos acostumbrados a perder el tiempo. Estamos acostumbrados a perder el tiempo en "botellones" y discotecas. Estamos acostumbrados a demacrarnos una y otra vez viendo lo imposible y añorable en la televisión. Podemos soñar, pero no debemos ser utópicos, sino realistas.
